Obra perteneciente a la serie dedicada a Oporto.
He creado esta obra con un intenso sentimiento de admiración y nostalgia por la vibrante vida urbana de una ciudad que parece suspenderse en el tiempo. El uso del óleo permite capturar tanto la bruma luminosa del atardecer como la riqueza de los detalles arquitectónicos, utilizando técnicas de impresionismo mezcladas con realismo para reflejar tanto la esencia efímera como la permanente de la urbe. Esta pintura invita a quien la observe a perderse entre callejuelas y horizontes lejanos, sintiendo la energía y el misterio que emana este paisaje urbano.