Esta obra es una exploración inicial del icónico canal de Venecia, concebida como un estudio preliminar con la intención de desarrollarla en un formato mayor en el futuro. En este estudio, se emplean deliberadamente variaciones en los tonos de color, otorgando al cuadro una apariencia única y personal. El juego de colores no solo busca capturar la esencia de Venecia, sino también crear contrastes que resulten visualmente impactantes y llamativos. Cada pincelada está cuidadosamente pensada para resaltar la belleza y la magia de la ciudad, transformando una escena clásica en una interpretación artística vibrante y dinámica.