Cuadro de corte panorámico. Haciendo un recorrido visual se van descubriendo los objetos retratados que componen la obra.
Estos objetos son de la historia del pintor. Elementos vividos, colocados en una zona de una vieja estantería y haciendo una lectura visual del cuadro horizontal en este caso, y a continuación libros. Unos más viejos que otros, todos sin títulos en sus lomos. Pero tienen una historia, tienen un por qué. Un teléfono negro antiguo de baquelita, con el que se comunicó con gente, una lámpara que tiempo atrás ilumino alguna mesilla de noche y hoy día queda inservible y una caracola, recuerdo de algún sitio de costa de veraneo familiar. El pintor les rinde tributo como parte de un ritual de despedida. Cada elemento, desde la delicada caracola hasta las páginas gastadas, simboliza la belleza y el paso del tiempo.