La obra presenta una composición cenital de cuatro objetos sobre un papel de seda antiguo: dos conchas de mar, una pluma de paloma, y un cubo de Rubik envejecido. Las conchas, ya utilizadas en obras anteriores del artista, añaden continuidad al trabajo. La pluma de paloma, ubicada a la derecha, introduce una línea vertical que contrasta con la geometría cuadrada del lienzo, aportando ligereza. En la parte superior, el cubo de Rubik destaca por sus colores vibrantes, rompiendo con la paleta neutra del resto de la composición. Su estructura cúbica introduce una dimensión adicional, creando un interesante juego visual entre la estabilidad de los objetos y la perspectiva que el cubo ofrece. La obra evoca nostalgia y contraste entre lo nuevo y lo antiguo.