En este pequeño cuadro trato la intención de adentrarse en la serenidad de un momento privado de contemplación literaria. La obra, se centra en la esencia del instante, capturando la magia de una mujer absorta en la lectura mientras se mece suavemente. La protagonista, representada de perfil, revela una postura relajada pero concentrada. La atención del espectador se dirige hacia la cabeza y los hombros de la mujer, destacando la expresión de relax de su rostro. El respaldo de la mecedora refuerza la sensación de movimiento suave, creando una atmósfera de tranquilidad. La luz solar, protagonista de la escena, inunda el cuadro con tonos cálidos y suaves, resaltando la paz del momento. Aunque el libro que sostiene la protagonista no es visible en la pintura, su presencia se sugiere a través de la intensidad de la expresión y la postura, dejando a la imaginación del espectador el contenido y la naturaleza de la obra que captura la atención de la lectora.